Martes – Pedalear con malestar, seguir con vida

Publicado el 10 June 2025



El resfriado seguía presente. Flemas, nariz congestionada, ojos llorosos. Me levanté más tarde de lo habitual —06:15 a. m.—, en un cuerpo que no pedía prisa. La mañana era fresca, con una neblina leve. Preparé café y me tomé unos minutos para entrar en mí. No me sentía bien, pero tampoco tan mal como para detenerme.

Encendí la computadora, le di un vistazo al mundo mientras el café hacía su parte. El tiempo pasó volando y la rutina me exigió comenzar.

Alimenté a mis perros. Esa acción simple —salir, verlos moverse, sentir el aire frío en la piel— fue suficiente para activar algo dentro. Mis guardianes, una vez más, elevando el ánimo con solo existir.

Preparé la ropa para el día. Dudé: ¿iría en bici o no? Pensé en descansar. Pero al salir, el fresco del aire me respondió. Sí, iría. Aunque los síntomas seguían, no eran excusa.

Fui temprano a la tienda. No habían llegado las tortillas, así que solo compré lo que había y planeé regresar más tarde. El día ya se sentía más movido. Mi cuerpo, también. Preparé el desayuno, recogí la ropa, puse algo de orden. Decidido: iría en bici.

Fui por las tortillas pendientes, desayuné con mi esposa, metí a Charly, y salí. Apenas monté, los malestares se diluyeron. El cuerpo se alineó con la decisión.

Había más tráfico que otros días. Tardé un poco en incorporarme, pero avancé con ritmo estable. En el primer semáforo, observé la escena: taxis, autos, gente. La ciudad en su rutina. Yo, en la mía.

Avancé con cuidado. En Rendichicas, siempre alerta: esa zona exige atención. Ya en la subida, apreté. Las pulsaciones subieron a 170, pero la logré sin pausa. Luego la bajada me dio la recuperación.

Seguí por el camellón. No había espacio para cambiar de carril, así que me mantuve hasta el semáforo, cruzando entre autos con cuidado. El tramo del Refugio siempre es caótico por los taxis, pero con un pequeño sprint logré avanzar.

Hacia El Laurel, el ritmo fue más tranquilo. Al pasar por las vías, una perrita me ladró de la nada. Frené con el disco trasero, que chilló como advertencia. Ella se alejó.

Ya eran las 08:30 a. m. No quise acelerar. Mantener un paso tranquilo fue la mejor estrategia. Llegué a las 08:38. Sin prisa, sin desgaste. Presente.

🗺 Ruta asociada

  • 📍 Nombre: Trabajo - Ruta de ida
  • 📏 Distancia: 11.31 km
  • ⏱ Tiempo estimado: 33 min
  • 🔥 Calorías estimadas: 305 kcal
  • ⭐ Dificultad: 2 / 5
  • ⚠️ Peligrosidad: Media
  • ⬆️ Altimetría: Plano con pendientes suaves
  • 💓 Zona cardíaca: Z2
  • 🌀 Fluidez: Alta

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