Caminata – 04 de junio de 2025

Hoy miércoles el clima estuvo nublado, sin presencia del sol. Junto con un amigo salimos a realizar la caminata del día. La ruta fue la de siempre: 2.7 km de camino agradable que se ha vuelto parte esencial de la rutina, un espacio para mantener la mente tranquila después de media jornada de trabajo.

Durante el trayecto conversamos sobre distintos temas: filosofía, salud, deporte… de todo un poco. Es un paseo en el que, además de mover el cuerpo, exploramos ideas y pensamientos.

Al caminar acompañado suelo ignorar ciertos detalles del entorno —a diferencia de cuando camino solo— porque la plática nos mantiene ocupados. Hoy el camino no presentó nada fuera de lo común: personas descansando, otros jugando fútbol, tráilers estacionados. Pero hay algo en ese viento que sopla suave y refresca la piel, algo que nos hace sentir vivos.

Esta distancia ya se ha vuelto parte de nosotros. Recuerdo cuando mi cuerpo sentía fatiga al hacerla, sobre todo sumando la vuelta matutina en bicicleta. Entonces, la media hora de caminata parecía más exigente. Hoy, en cambio, llegamos tranquilos, como si el estrés se hubiera quedado atrás, olvidado en cada paso del camino.