Caminata de mediodía
Publicado el 03 June 2025
Aunque ya estamos entrando en verano, la caminata sigue siendo agradable. El viento se hace presente, a veces en la ida, a veces en el regreso, como si supiera cuándo aparecer. Tras la comida, me cambié los zapatos por unos más cómodos y salí. El calor era notorio, pero las nubes cubrían por momentos el sol, y el viento refrescaba lo suficiente.
El entorno es tranquilo. La seguridad se siente gracias a los guardias que vigilan los alrededores. Hay gente como yo, tomando un respiro de su jornada laboral. Frente a la planta de Hyundai, el movimiento no cesa: cajas de tráileres siendo ensambladas, trabajadores concentrados en su labor. No molesta; al contrario, resulta interesante ver algo distinto a lo que uno hace día a día.
Alrededor, puestos de comida, personas comprando refrescos, jóvenes jugando fútbol bajo el sol. La juventud se siente viva. Un cuerpo activo siempre busca más movimiento.
Hoy caminé solo, sin prisa. Llegué casi hasta la Cruz Roja, ahí decidí regresar. No había cansancio. Caminé por la banqueta pegada al edificio que da hacia la carretera; su sombra hacía el trayecto más reconfortante. Hay un tramo sin sombra, pero es corto, y con poco tráfico, lo que lo vuelve apacible.
La salida duró apenas 30 minutos. Lo justo para despejar la mente. Lo necesario para volver, otra vez, al trabajo.
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