Cuando el viento te gana el tiempo

Publicado el 23 May 2025

Vuelta por la mañana

Después de varios días, por fin tuve un sueño excelente. Según mi smartwatch, dormí 1 hora y 2 minutos en sueño profundo, muy por encima de los escasos 20 minutos que venía acumulando en días anteriores.

Me levanté a las 5:50 con la intención de aprovechar la calma matutina. La tranquilidad que se respira a esa hora vale la pena. Sin prisa, realicé mi rutina diaria: di de comer a los perros y recogí algunas cosas fuera de lugar. La mañana se va muy rápido; en un abrir y cerrar de ojos ya era hora de preparar el desayuno y dejar lista la ropa del día.

Aunque el cielo estaba despejado, el clima era fresco y agradable. Salir al patio se sentía como un regalo: los pájaros cantando y ningún ruido molesto alrededor. Era el último día de la semana y, como siempre, la ruta se haría en bici.

Todo estaba listo. Hace unos días había tenido problemas con el desviador frontal: la cadena no subía al plato grande. En la última lavada noté que el cable estaba pegado. Bastó un poco de lubricación para dejar el desviador ligero y los cambios funcionando con suavidad.

Mi bici 27 ya acumula 1,500 km. Pronto tendré que cambiar la cadena, y el cassette también, especialmente la primera estrella, que ya muestra desgaste. Cuando uno no sabe de bicis, piensa que requieren poco mantenimiento. Pero no es así: si no se cuidan, el polvo y el agua desgastan sus componentes rápidamente.

La ruta de hoy fue tranquila. No hubo momentos de tensión ni estrés al cambiar de carril; el tránsito me permitió mantener un recorrido fluido. Ya en la última subida, un carro pasó a mi lado y el conductor me echó porras para animarme. Traía buen tiempo para llegar al trabajo, pero en los últimos kilómetros el viento me frenó. No logré sostener más de 25 km/h. Incluso un scooter me rebasó sin problema. Esos vehículos son veloces, pueden superar los 30 km/h fácilmente, aunque en carretera se vean más vulnerables que una bici.

A pesar de haber pedaleado con intensidad, mi tiempo no fue el mejor: 30 minutos frente a los 33 que hago en modo moderado. Hay cosas que no se explican del todo, pero hoy el viento fue sin duda el factor.

Llegué al trabajo algo acelerado, como suele pasar cuando se imprime intensidad al recorrido. Pero una vez más, satisfecho. Disfruté el fresco matutino, el silencio del amanecer y el simple hecho de rodar.

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