Pedaleando con el sol

Resumen de los últimos 3 días en bici

El clima ha sido ligeramente caluroso, pero aún agradable, sobre todo en comparación con otros años en esta misma temporada. Es tiempo de disfrutar, porque cada estación requiere su propia estrategia. Ahora, con el calor en aumento, mantener una intensidad baja en el pedaleo es clave si no queremos llegar empapados de sudor.

Desde el lunes no ha habido señales de nubes. El cielo se mantiene despejado y el sol pega directo desde temprano. Por eso, he optado por mantener un ritmo tranquilo. El tráfico ha sido moderado, y gracias a esta decisión, el trayecto al trabajo se ha sentido seguro y sin sobresaltos. Hemos llegado en 32 minutos, sin forzar el cuerpo.

El regreso, en cambio, toma unos 42 minutos. Las subidas son inevitables y ralentizan el paso, pero forman parte del equilibrio. Desde este lunes, además, hicimos un ajuste importante en la ruta de regreso: abandonamos el caos de la carretera para evitar convivir con los autos. Ahora enfrentamos una subida más inclinada, sí, pero mucho más relajante que tener que maniobrar entre vehículos.

Con este cambio ganamos seguridad. Ya no hay necesidad de incorporarse al tráfico en puntos críticos. El calor en el regreso se hace sentir durante los primeros 10 minutos, pero luego baja la intensidad, y sin duda, este clima claro y seco transmite más confianza que los días oscuros y lluviosos.

Así que no queda más que disfrutar estos meses. Cambia el clima, cambia el cuerpo… y también el alma que pedalea.