Mañana con memoria y pedal
Publicado el 08 May 2025
Permanecí unos minutos en la cama, en silencio, pensando en los pendientes… y en el pequeño ser que había muerto un día antes. La vida no se detiene. Tenía que empezar, cuanto antes, mejor.
Me levanté, preparé un café y salí al patio. Revisé el auto de mi esposa: le di una limpiada y chequeé llantas, espejos, lo habitual. Todo estaba en orden. Mientras la mañana avanzaba, preparaba lo necesario para el trabajo: ropa, camisa, mochila.
La mañana era fresca. Aprendí a disfrutar salir sin suéter, sentir el aire frío directamente en la piel. En estos meses se escucha una verdadera sinfonía de pájaros: mucha actividad, muchas voces. Charly, mi fiel compañero, estaba feliz. Corría por todos lados, me ofrecía su pelota preferida. Compartimos ese momento simple pero vital.
A las 6:00 a. m., mi esposa tomó el camino rumbo a su trabajo. Yo aproveché para revisar algunos reportes financieros y hacer unos ajustes a la página Siber13.
Mi madre vendría más tarde a ayudarme con algunas cosas en la cocina, por lo que tenía que llevar a Charly lejos, de lo contrario no la dejaría trabajar en paz. Antes de eso, debía alimentar a los perros y hacer el cambio de patio, ya que Charly y Oso no pueden estar juntos. Es curioso ver cómo Oso ya sabe cuándo tiene permiso de cruzar. Me percibe en mi postura, en el momento. Siente cuando es seguro. Confía en lo que yo transmito.
Todos comieron rápido. Los dejé un rato para que se relajaran antes del cambio.
En el patio vi la bici 27.5, ponchada desde el sábado. Pensé que tenía protección antiponchaduras, pero el domingo confirmé que no. No quise repararla hasta tener protección real. Hoy decidí colocar una capa interna de cinta gris doblada, para proteger la cámara de objetos punzantes en el camino.
No fue fácil: la llanta no entraba al rin. Tuve que usar las palancas plásticas diseñadas para eso. Ya eran las 7:30 a. m., así que me apresuré. Saqué a Charly con su correa y lo llevé al patio más lejano, por la carretera.
Todo fluyó sin complicaciones. Los perros ya sabían qué espacios les tocaban hoy. Fue una novedad para ellos compartir con otros: Porra con Charly, Oso con Duna… y Bestia se quedó a cuidar la casa.
No desayuné. Solo comí un plátano. Preparé la mochila, y la bici recién reparada fue la elegida del día. Salí de casa a las 8:02 a. m.
Al principio tardé un poco en acostumbrarme. Esta bici tiene llanta más angosta y no es tan estable como la bici 29. Pedaleé con tranquilidad, pero al ver que no había tráfico en la incorporación a la carretera federal hacia Tijuana, aumenté la intensidad. Sentí mi cuerpo fuerte, así que lo dejé manifestarse.
El camino fue el de siempre, sin cambios, solo con menos tráfico, lo cual me ahorró tiempo y pausas. En algún punto sentí el esfuerzo en los músculos de las pantorrillas, pero no como fatiga, sino como un masaje interno.
No hubo muchas reflexiones, solo recuerdos fugaces. Pedaleé con buena cadencia, sin sobresaltos. Llegué al estacionamiento del trabajo con energía suficiente para estar muy presente durante la jornada.
🗺 Ruta asociada
- 📍 Nombre: Trabajo - Ruta de ida
- 📏 Distancia: 11.31 km
- ⏱ Tiempo estimado: 33 min
- 🔥 Calorías estimadas: 305 kcal
- ⭐ Dificultad: 2 / 5
- ⚠️ Peligrosidad: Media
- ⬆️ Altimetría: Plano con pendientes suaves
- 💓 Zona cardíaca: Z2
- 🌀 Fluidez: Alta
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