Domingo de fondo: 74 km de resistencia

Publicado el 29 September 2025

El sĂĄbado me habĂ­a dormido tarde, cerca de la medianoche, pero sabĂ­a que no habrĂ­a dĂ©ficit de descanso: mi cuerpo despierta siempre a la misma hora. A las seis de la mañana abrĂ­ los ojos. Todo estaba en calma, sin ruidos, con un cielo cubierto de nubes, aunque sin señales de lluvia prĂłxima, a diferencia de los Ășltimos dias.

Me levantĂ© sin prisa, preparĂ© un cafĂ© y revisĂ© algunos pendientes en la computadora. La mañana avanzaba rĂĄpido, la claridad se hacĂ­a cada vez mĂĄs notoria. En minutos ya tenĂ­a decidido salir a la vuelta diaria en bici. ComĂ­ un plĂĄtano, tomĂ© un suero, preparĂ© refacciones y herramientas, y a las 7:30 a. m. estaba en camino. Llevaba manga larga, no por frĂ­o, sino como escudo contra el sol que aĂșn no salĂ­a.

Los primeros seis kilómetros fueron de calentamiento en terreno plano hasta Maclovio Rojas. Con el cuerpo ya encendido, puse rumbo hacia el Valle de las Palmas. La carretera estaba tranquila, poco tråfico, lo justo para disfrutar. Mantuve una media de 21 km/h hasta llegar a la subida de San Pedro: cuatro kilómetros que siempre exigen, sobre todo los dos finales, con pendiente mås dura. Subí con paso firme, sin récords, pero constante. El clima fresco seguía ayudando.

Después vino el premio: una bajada intensa por la UABC y quince kilómetros de camino llano hasta el Valle. La neblina cubría los cerros como un velo. Llegué al parque del centro, pero no paré; en el kilómetro 26 me puse la meta de seguir hasta Tecate. Sabía lo que venía: doce kilómetros de subida, paciencia pura. Esta vez no había grupos de ciclistas, probablemente todos estaban en el paseo rural de La Misión. La soledad era total.

Mientras pedaleaba, no podĂ­a evitar comparar. En Zacatecas o Guanajuato el aire huele a vegetaciĂłn y flores. AquĂ­, en cambio, algunos tramos estaban impregnados con olor a aceite quemado de transmisiones. Pero, aun asĂ­, el recorrido tenĂ­a su encanto.

No hice pausas. Tomaba agua en movimiento. CrucĂ© la Nueva Colonia HindĂș, ya bajo un sol que habĂ­a vencido a las nubes. El viento refrescaba lo justo. La llegada a Tecate fue rĂĄpida: comprĂ© agua —ya no me alcanzaba lo que llevaba— y un pan para reponer energĂ­a.

De ahí entré a la carretera de cuota, solitaria y perfecta para apretar. Durante cinco kilómetros mantuve 30 km/h de media, disfrutando el asfalto liso. Después, al tomar la salida hacia la carretera federal, me mantuve muy atento: los autos van råpido y no hay espacio para el ciclista. Antes de llegar a Toyota opté por tomar un sendero por el monte; tener los autos mås alejados siempre es mås tranquilo y seguro.

El Ășltimo segmento, de Toyota a Maclovio, fue bajo un sol ya fuerte. Los kilĂłmetros se hacĂ­an sentir en piernas y mente, ambos pidiendo descanso. Pero la meta estaba cerca.

Finalmente llegué a casa. Habían sido 3 horas 40 minutos de pedaleo, a 20.3 km/h de media. Un recorrido largo, con pocas pausas, perfecto para fortalecer resistencia.

Los minutos posteriores fueron para repasar mentalmente el trayecto. Tres horas cuarenta parecen mucho cuando estĂĄs en una bicicleta, pero en la vida cotidiana no son nada: lo equivalente a ver una pelĂ­cula y un capĂ­tulo de una serie. Dos cosas muy distintas, pero el mismo tiempo.

đŸ—ș Ruta asociada

  • 📍 Nombre: Valle de las Palmas - Cerro Azul - El Carrizo (ida y vuelta)
  • 📏 Distancia: 75.00 km
  • ⏱ Tiempo estimado: 270 min
  • đŸ”„ CalorĂ­as estimadas: 2000 kcal
  • ⭐ Dificultad: 5 / 5
  • ⚠ Peligrosidad: Media
  • âŹ†ïž AltimetrĂ­a: Subidas progresivas por carretera, con cambios de altitud entre cerros y valles
  • 💓 Zona cardĂ­aca: Z2-Z4
  • 🌀 Fluidez: Alta

👁 Leída 2 veces