Intensidad variable, resultados claros

Miércoles 10 de septiembre de 2025

El día anterior había regresado del trabajo en bici con una vuelta intensa, manteniendo una media de 20 km/h contra los 18 km/h de hace algunos días. Aun así, después de cenar me puse a limpiar la casa a detalle; el segundo piso estaba desordenado y el piso necesitaba atención. Terminé a gusto, aunque me dormí tarde, a las 11:20 pm.

Por la mañana mi cuerpo pedía levantarse desde las 5:30, aunque resistí hasta las 5:50. El clima fresco y nublado era perfecto para empezar el día. Preparé un café, revisé pendientes en la computadora y dejé que el cuerpo despertara. A las 6:45 inicié la rutina: alimentar a los perros, limpiar patios, darles agua. Todo fluyó con energía suficiente para hacerlo a buen ritmo.

Mi idea era salir a las 7:45 rumbo al trabajo, pero terminé rodando a las 7:51. Desde los primeros metros me propuse exigirme. El primer kilómetro lo hice a 19 km/h; si quería llegar con media de 22 km/h, debía apretar en las subidas y mantener arriba de 25 km/h en plano.

En el primer semáforo de Ojo de Agua logré pasar sin detenerme. Tomé la banqueta para evitar autos y me incorporé al camellón rumbo a la gasolinera CONOCO. La primera subida me exigió, pero la pasé a 19 km/h. A pocos metros, vi la fila de autos detenidos por el tráfico del Refugio. Avancé por el camellón agradecido de no estar atrapado allí.

Al incorporarme al carril del Refugio encontré el caos habitual: carros que bloquean el paso aunque saben que no avanzarán, taxis que cierran el espacio. Crucé con cuidado y volví a apretar: hasta ese punto mi media iba en 22 km/h. La subida hacia El Laurel me exigió y no pude pasar de 19 km/h, pero la bajada siguiente me devolvió velocidad.

En el tramo plano aproveché para recuperar promedio. El tráfico estaba tranquilo, el clima perfecto, y en el bulevar Olivos Sur me mantuve a 28 km/h. Al final, los tráilers redujeron el paso, pero el esfuerzo ya estaba hecho.

Llegué al trabajo en 28 minutos, con una velocidad media de 23.2 km/h, uno de mis mejores registros. El entrenamiento de intensidad variable está dando frutos: el cuerpo responde al acelerar y se recupera rápido. El clima fresco fue un aliado, permitiéndome mantener la exigencia desde el inicio.

Intensidad variable, resultados claros

🗺 Ruta asociada