Ruta con calma bajo el sol

Ruta – 20 de agosto 2025

El calor comienza a hacerse notar. Las mañanas aún son frescas, pero bastan un par de horas para que la temperatura suba con fuerza. Después de la ruta de 80 km he sentido el cuerpo un poco más cansado en los trayectos al trabajo, así que he preferido mantener la intensidad en un punto medio.

La noche anterior dormí a las 10:30 pm, después de limpiar la casa y el patio de los guardianes. La Porra estuvo dentro todo el día y su pelo muerto, al no haber sido cepillado, se desprendió por toda la casa. Eso me provocó alergia y tuve que tomar dos pastillas de TAMEX para detenerla. Por suerte, al día siguiente amanecí sin molestias. Fue un descanso reparador, sin interrupciones.

Me levanté a las 6:10 am. La mañana estaba tranquila y fresca. He encontrado un equilibrio al preparar todo más temprano: desayuno, ropa y accesorios listos, lo que me permite salir sin prisas y aprovechar la calma de la casa. Desayuné con mi esposa; fue un momento agradable, aunque tuve que apurarme un poco para no retrasarme.

Salí a las 7:50 am con mi bici nueva. Aunque es un modelo parecido a mi 27.5 anterior, tiene diferencias notables: la suspensión delantera es más suave, lo que en los sprints me quita algo de aceleración. Aún no encuentro el ajuste ideal para bloquearla.

Al salir de la colonia noté el tráfico más denso de lo habitual. Esperé un poco para incorporarme y, al tomar el carril, sentí las piernas ligeras, con mejor respuesta que otros días. Eso me animó a meter más intensidad. El tráfico estaba pesado y tuve que avanzar un buen tramo por la banqueta: los automovilistas, al desesperarse, buscan salidas rápidas y ponen en riesgo a ciclistas y peatones.

En la zona de Rendichicas alcancé a ver a un compañero ciclista iniciando su entrenamiento. Se le veía enérgico, con un nivel superior al mío, reflejo de más kilómetros y rutas exigentes. Lo tomé como referencia, aunque seguí mi propio ritmo. La primera subida me obligó a bajar un poco la velocidad; después el camino se tornó plano y en bajada hasta llegar al Refugio. Ahí, el desorden de camiones subiendo y bajando pasajeros me obligó a usar la banqueta otra vez.

La subida hacia El Laurel fue el siguiente reto. No la forcé; avancé con la fluidez justa para no romper el ritmo. Luego tomé el bulevar 2000 y salí por las vías, un tramo más seguro para evitar riesgos.

Con 15 minutos por delante y apenas 2 km restantes, aumenté la intensidad y logré mantener una media de 27 km/h. En el semáforo tuve suerte: no esperé mucho, pronto se puso en verde. Ya a 200 metros del trabajo bajé el ritmo.

Llegué algo asoleado, pero a tiempo. Me abrieron rápido el portón y pude cambiarme con calma en el baño, algo que no lograría si llegara apurado. El recorrido fue de 31 minutos. No fue mi mejor marca, pero fue suficiente para llegar seguro, satisfecho y bien despierto, agradecido de que el cuerpo siga respondiendo.

Ruta con calma bajo el sol

🗺 Ruta asociada