La neblina no se va... y yo tampoco

Publicado el 12 July 2025

Imagen de la narración
Ayer me dormí tarde, así que dejé que el cuerpo se extendiera un poco más en la cama. Dormí sin interrupciones. Creo haber escuchado a los perros, pero estaba tan cansado que, si acaso despertaba, volvía a quedarme dormido de inmediato. Eran las 6:45 a. m. cuando sentí que ya era momento de levantarme.

Al salir de la cama noté que el día era más fresco que los anteriores. Hoy no trabajaría, y eso se notaba en el ambiente: todo se sentía con más calma.

No tenía planeada una ruta larga. El tiempo ya me había ganado, y si no quería asolearme, debía hacer algo corto. Preparé un café. Mientras lo tomaba, el deseo de salir en bicicleta fue creciendo. A las 7:30 comencé a prepararme para una salida de una hora. Esa duración no me incomoda. Salí ligero, con solo un bidón de agua y una camiseta de manga corta. Sentir el viento en la piel es una sensación que siempre reconforta.

A las 8:00 salí. La neblina era densa, y a pesar de la hora, no se había dispersado. La salida en bici ya se volvió costumbre. Me gusta hacerla temprano; marca el inicio del día. Ver los alrededores me conecta más con la realidad, con el entorno. Ya no me resulta cansado como hace algunos meses.

El rumbo fue San Pedro. La semana pasada rodé por zonas urbanas de Tijuana. No es lo mejor si quieres tomarlo con calma: los coches te obligan a estar siempre alerta. Esta zona, en cambio, da otra sensación. El tráfico era el de siempre, pero el acotamiento te permite ir con más tranquilidad.

El cielo seguía nublado, pero mientras avanzaba, el sol empezó a aparecer. Lo sentí de golpe mientras subía hacia el poblado. Se combinaba el calor del cuerpo con el de los rayos del sol, y eso volvió la subida menos disfrutable que en otros días. Aun así, se agradece. Hice el ascenso en 38 minutos. Los cerros lejanos seguían tapados por la neblina, y el silencio era total. Solo tomé un poco de agua y comencé el descenso.

Ahora tocaba disfrutar la bajada. El viento en el rostro, la sensación de fluir. Fue breve, pero suficiente para recuperar algo de energía. Los últimos cinco kilómetros los hice con intensidad moderada. No era el día para exigirme, así que me permití ir con calma.

Terminé el recorrido en 1 hora y 7 minutos. Una salida corta, pero agradable. De esas que hay que aprovechar mientras el lugar siga tranquilo y el cuerpo lo permita.

🗺 Ruta asociada

  • 📍 Nombre: San Pedro ida y vuelta
  • 📏 Distancia: 21.00 km
  • ⏱ Tiempo estimado: 85 min
  • 🔥 Calorías estimadas: 620 kcal
  • ⭐ Dificultad: 3 / 5
  • ⚠️ Peligrosidad: Baja
  • ⬆️ Altimetría: Subida constante hasta retorno, luego descenso
  • 💓 Zona cardíaca: Z2-Z3
  • 🌀 Fluidez: Alta

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